La Intimidad Sexual en el Matrimonio

Si no damos gracias a Dios por la intimidad del matrimonio, estamos pecando de ingratitud. Dios quiere que seamos agradecidos.

Tengo la plena convicción de que la vida sexual en el matrimonio es uno de los ejes sobre los cuales se mueve la vida conyugal. Pero también es uno de los grandes conflictos que viven muchos matrimonios, conflictos que muchos no se atreven a reconocer.

Cada día, muchos matrimonios viven verdaderos “infiernos” debido a una mala formación sobre este tema. Creo que sin una vida sexual sana un matrimonio está en peligro. Alguien dijo una vez que «la sexualidad es la primera ruta a un conflicto de pareja».

Mi propósito en el presente artículo, es presentar el punto de vista bíblico acerca de este espinoso tema y que cada cónyuge se proponga trabajar esta área de la vida de pareja.

LA AFIRMACIÓN BIBLICA DEL ORIGEN Y EL PROPÓSITO DE LA INTIMIDAD SEXUAL

 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…” (Gn. 1:27-28)

Es claro que el propósito por el cual Dios nos dio el sexo, va más allá de la mera reproducción pues, ¿quién hizo al hombre con la capacidad de sentir placer en la relación?, fue Dios.

Nosotros tenemos información acerca de la vida sexual del hombre. Si Dios fue el creador del hombre, Dios también creó la sexualidad del hombre : «Varón y hembra los creó”(Gn. 1:27).

¿Quién fue el que puso los órganos sexuales en el hombre y la mujer? Ese diseño tiene un autor, la Marca Registrada es de Dios, ¡El lo diseñó!.

Dios hizo una obra perfecta que estaba incluida en la frase «Y vio Dios todo lo que había hecho y he aquí, que era bueno en gran manera.” (Gn. 1:31 )

Dios creó al hombre y a la mujer, a cada uno con sus órganos reproductores. Pero fue Dios quien hizo que esos órganos fueran tan sensibles ¿por qué? Porque Dios tiene una intención que va más allá de la mera reproducción.

El placer en la intimidad sexual, el deleite de la intimidad, es creación de Dios.

Dios pudo haber inventado muchos otros métodos para la reproducción…( un apretón de manos, y ya, ¡embarazada!)

Dios no hizo al hombre y a la mujer como los peces, que se reproducen de manera muy diferente. Dios tuvo otro diseño. No lo hizo tampoco en que fuera suficiente con un beso, ni que fuera una “pisadita” como algunos animales, no.

Dios lo hizo con un propósito y un diseño diferente. Lo hizo intoxicante y deleitoso. Lo creó de tal manera que sea una de las experiencias más placenteras de la vida.

¡No fue el diablo quien inventó el sexo! Es creación de Dios. El orgasmo, lo creó Dios, no el diablo.

Satanás ha querido robarse la autoría de esa bendición; él es un pirata que lo único que ha hecho es dañar, estropear y echar a perder la gran bendición que Dios le ha dado al hombre.

También, el pecado en el hombre ha pervertido el diseño original de Dios convirtiendo una enorme bendición, en maldición.

Así que, la gloria de la verdadera intimidad sexual es del Señor. Él es quien se lleva toda la gloria y a El le debemos dar las gracias.

Creo que el sexo entra dentro de las cosas que el salmista habla en el Salmo 103 «Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios»

Si no damos gracias a Dios por la intimidad del matrimonio, estamos pecando de ingratitud. Dios quiere que seamos agradecidos.

Ahora, ¿cree usted que el sexo es demasiado carnal como para darle gracias a Dios por ello?… ¿y comer, no es carnal también? Sin embargo El quiere que le demos gracias.

Si te da vergüenza darle gracias a Dios por eso, tu concepto teológico acerca del creador de la intimidad sexual está tergiversado.

En un próximo articulo continuaremos hablando mas de este interesante tema, enfocando el trasfondo necesario de la intimidad sexual.

Escrito por:

Félix Monegro, Director de producción y locutor de Radio Eternidad.  Puedes seguirlo en sus redes sociales Instagram y en su canal de YouTube