La importancia del liderazgo

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé. (Tito 1:5)

Una de las respuestas a los grandes problemas que enfrenta nuestra sociedad debe ser un liderazgo cristiano responsable y efectivo.

A Tito le tocó ejercer el pastorado en una de las ciudades más corrompidas del mundo del primer siglo, la ciudad de Creta. Uno de sus propios poetas se refirió a ellos diciendo: “… Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos” (Tito 1:12). Y no creo que a quienes se les describa como mentirosos (personas que no son honestas en ninguno de sus tratos), malas bestias (gente que se comportan como animales en sus relaciones con los demás), glotones ociosos (individuos sin control de sus apetitos carnales, sin disciplina en el carácter, amantes de los excesos, sin ningún tipo de formación o educación, y sin cultura de trabajo, entre otros vicios) se pueda esperar mucho de ellos, o sean precisamente los ciudadanos más ejemplares a los que una sociedad aspira.

Es por eso que Pablo advierte a su amado hijo en la fe, Tito, a que esté bien preparado, porque ministrar la Palabra de Dios en medio de un ambiente tan corrupto y pagano implicaría enfrentar grandes oposiciones, por lo que Tito como buen soldado de Jesucristo debía estar apertrechado con todas las armas espirituales para convencer a los contumaces, habladores de vanidad y engañadores que vendrían a contradecirlo, y tapar la boca con argumentos sólidos y bíblicos, a aquellos que se levanten en contra del Evangelio (Tito 1:10-11). Pablo nos muestra la estrategia que debía ser establecida para enfrentar esos males que arropaban la sociedad cretense.

Ahora bien, lo que más me llama la atención es que Pablo le exhorta al joven ministro que enfrente esos problemas supliendo un LIDERAZGO cristiano verdadero: “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente…”.  ¿Qué era lo deficiente, según el pensamiento de Pablo? Era todo aquello que no cumplía el propósito para el cual fue diseñado. Era aquello que, a pesar de estar en operación, no llenaba el vacío espiritual que había en la sociedad. Deficiente era todo aquello que de una manera u otra era defectuoso, incompleto, imperfecto e insuficiente, llámense leyes vigentes, políticas sociales, filosofías humanas, e incluso iglesias carentes del poder que proviene de Cristo, el único capaz de cambiar y transformar el estilo de vida de las personas.

Así que, la solución que Pablo ofrece al grave problema, no es hacer más cultos y campañas evangelísticas, o repartir más tratados, eso es importante y necesario en su contexto, sino poseer un liderazgo espiritual fuerte que conduzca a las personas a conocer verdaderamente a Cristo. Noten que Pablo recomienda a Tito a que establezca ancianos (pastores) en cada ciudad, esto es así, porque los problemas sociales deben ser enfrentados con un liderazgo sólido, bíblico y comprometido. La historia moderna y del pasado reciente recuerda la influencia de líderes cristianos que fueron capaces de afectar la sociedad de su tiempo, por medio del ejercicio de un liderazgo espiritual responsable. El primer avivamiento de EE.UU. fue gracias a la autoridad bíblica de un ministro poderoso llamado Jonathan Edwards. Nadie tiene dudas de la forma en que Charles Spurgeon impactó la Inglaterra del siglo XIII, que aun la reina en el trono se interesaba en leer sus mensajes que cada lunes se publicaban en un periódico local. De la misma manera, Pablo y Silas fueron llamados los que trastornan al mundo entero con su mensaje (Hechos 17:6) por la prédica espiritualmente revolucionaria que llevaban por doquier.

Amados, necesitamos menos actividades, conciertos, y predicadores charlatanes, y más liderazgos de poder que, como sal y luz en esta tierra, alcancen a muchos, y salven a otros por medio del mensaje transformador de la Palabra de Dios. Amén

Escrito por:

Reynaldo Pérez, colaborador del programa: «Levántate Temprano» que se produce por nuestra emisora.