El Hijo de Dios; mayor que los ángeles (basado en el capítulo 1 de Hebreos)

Escrito por el 05/03/2020

Creo que en algún momento de tu vida has imaginado a los ángeles como estos pequeños seres alados con cara tierna tocando un arpa—entonando himnos con voces como de niños celestiales.

Bueno, la verdad es que al leer la Escritura vemos una imagen un tanto diferente. Aunque los ángeles adoran a Dios (1:6), son «llama de fuego» y «ministros de Dios» (1:7). Y no están en el cielo como observando la tierra mientras comen palomitas de maíz, ellos son «espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que van a heredar salvación». ¿Crees que la forma en que te has imaginado a los ángeles debe ajustarse a la verdad de Dios? Me vienen a la mente los ángeles que rescataron a Lot de Sodoma y Gomorra, los ángeles que vieron los pastores cuando fue anunciada la venida del Mesías, los ángeles que estuvieron en el sepulcro de Cristo para dar la noticia de su resurrección a las mujeres, entre otros.

El ministerio de los ángeles es precioso, pero más precioso aún es el ministerio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Él es el «idioma» del Padre, la esencia y resplandor de Dios mismo, Creador, heredero, sustenta todas las cosas con la palabra de su poder… y—aquello que atraviesa nuestros corazones: «ha efectuado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas». ¿Entiendes lo que todo esto quiere decir? Yo no lo entiendo todo, pero sé que su Nombre—quien Él es, es mucho más excelente que los ángeles.

Cuando hablamos de nuestro «Señor y Salvador Jesucristo»:

  • ¿Eres consciente de la realidad «invisible» de que Él es Señor, y Rey Soberano sobre todo el universo y sobre tu vida? (Ojo: nosotros no lo hacemos Rey, y nosotros mismos no somos la autoridad en el universo; Dios es Rey sobre todo).
  • ¿Ves la salvación que Él ha obrado a tu favor como algo real e inmutable?
  • Habiendo sido purificado de tu pecado, ¿has minimizado la obra de Jesucristo en la cruz?
  • ¿Ves la realidad de que Jesucristo es el enviado de Dios, el Mesías prometido por amor, el «lenguaje» en el que el Padre nos ha hablado?
  • Nosotros no nos lavamos a nosotros mismos, nos arrepentimos. Es Dios quien nos lava y purifica para sí mismo: ¿vives como una persona limpia de maldad y que ha sido trasladada de las tinieblas a la luz admirable?

Quizá no vemos con nuestros ojos ángeles sirviendo a nuestro favor, no vemos el trono de Dios con nuestros propios ojos. Por momentos la salvación parece un hecho que se quedó en el año «0», o en un momento del pasado en nuestras vidas; o simplemente no logramos entender lo que Dios nos está diciendo a través de Jesús. Hoy, pidámosle al Padre que abra nuestros ojos a su amor y a la realidad del pecado que nos separa de Él, y que nos haga correr a la gloriosa cruz de Cristo—hacia el sacrificio que nos purifica para siempre y nos traslada del lodo del pecado, a los brazos de la Fuente de la vida eterna.

Escrito por: 

Annamarie Sauter del ministerio Aviva nuestros corazones, el cual se transmite por nuestra emisora.


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