¿Es Cristo suficiente para mi soltería?

Si como solteros no tenemos una base fuerte en el Señor y su palabra para soportar las tentaciones entonces caeremos en el hoyo del pecado… donde el diablo nos quiere ver y mantener.

La soltería para un cristiano puede ser un camino de cuestas arriba y cuestas abajo. Hay muchas piedras de tropiezo, muchas zanjas profundas, mucha arena movediza y espacios estrechos que a los lados del camino se hallan ríos tormentosos listos para ahogarnos. Ser soltero puede implicar estar atrasado en la vida tal y como la sociedad la demanda, o puede implicar ser un ente libre de todo compromiso externo y solo comprometido consigo mismo para lograr sus objetivos avaros y decadentes. No digo que alcanzar el éxito en lo que te guste hacer sea avaro y decadente, pero el idolatrar esto si lo es.

La perspectiva de soltería para el cristiano y para el mundo es muy diferente. El soltero en el mundo está feliz de estarlo, no tiene compromisos, va de fiestas, se acuesta con la que más le gusta cada fin de semana sin ningún compromiso. Hablando desde el lado de los hombres, muchos viven de manera promiscua satisfaciendo sus deseos sexuales con amigas con beneficios, con la secretaria fácil y linda del trabajo, otros satisfaciendo sus deseos homosexuales o simplemente acudiendo a los servicios sexuales callejeros.

 Sin embargo, el soltero cristiano sufre muchas veces y de diferentes maneras. Si este entiende bien las escrituras y tiene una relación profunda con el Señor se encontrará con días y momentos en los que la mente y el cuerpo luchan contra la realidad de que Jesús es suficiente para satisfacerlo en el interior. Es difícil pensar esto pues quisiéramos satisfacer nuestros deseos sexuales y emocionales con el tipo de persona que nos gusta, pero al vernos solos la depresión y el desánimo entran en el juego. Este torbellino de emociones que comienza a tomar lugar nos arroja a un terreno donde se libra una batalla entre la suficiencia del Señor y lo que queremos en el momento o para nuestras vidas.

Nos vemos tentados a ‘’stalkear’’ a nuestros ex, a pensar en la última relación sexual que tuvimos que se sintió bien externamente pero que internamente más vacía no podía ser, vemos en las redes o en internet el tipo de personas que nos atraen y nos decimos ‘’si tan solo tuviera una compañera o compañero como ese’’. Muchas otras cosas pasan, tal vez una de ellas es el hecho de querer levantar nuestro puño contra el Señor o simplemente hundirnos en la depresión momentánea y en los pensamientos tóxicos que nos alejan de la verdad que Dios ha puesto en su palabra.

Pablo le dice a los corintios que si una persona esta soltera entonces que se dedique de lleno a las cosas del Señor (1 Corintios 7:23), o como una persona que conozco le llamaría ‘’Kingdom work’’. Pero seamos realistas, ¡esto es difícil! Es tedioso forzarnos a nosotros mismos a creer en las verdades que el Señor nos ha puesto frente a nuestras narices mientras tenemos una lucha sangrienta por dentro que nos quiere arrastrar al desacato corporal y emocional.

Sentando la base.

Hay que ser fuertes y valientes. La fuerza obviamente no vendrá de nosotros porque somos demasiado débiles e incapaces de levantarnos. Nuestras fuerzas provienen del Señor, de la lectura y la meditación en las escrituras, de la oración constante, del dialogo contrito y humillado ante el Padre celestial donde echamos todos nuestros pensamientos, luchas, deseos, y donde somos completamente sinceros.

El asunto de ser sinceros con Dios es de vital importancia porque, aunque El conoce nuestro corazón y todo nuestro ser, nosotros en dependencia de El debemos decirle todo a Cristo. No es por azar que el Señor nos dice a través del apóstol Pablo que oremos sin cesar dando gracias por todo (1 Tesalonicenses 5:17-18). Este acto de ser vulnerables ante el Padre celestial es cosa de valientes. Dios tiene un propósito con eso.

Josué 1:9 dice: ‘’Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo donde quiera que vayas’’. Entendiendo un poco el contexto de esto, Josué estaba a punto de enfrentarse en guerras, espionajes, muertes y conquista de la tierra que Dios había prometido para el pueblo de Israel, tierra cuyos habitantes eran paganos y hostiles. Dios anima a Josué para que tuviera coraje de hacer todas estas cosas. Pero más atrás, en el versículo 7 Dios anima a Josué a ser esforzado y valiente en el aspecto de guardar los mandamientos y las escrituras que Él le había revelado a Moisés, y que meditara en ellas y que no se apartara ni a derecha ni a izquierda.

Ser valientes para esto es lo que nos dará las armas para vivir el día a día, luchar contra los pensamientos pecaminosos y nuestra propia concupiscencia. Armarnos de la armadura de Cristo para detener y ser protegidos de los dardos del diablo, de los entes de maldad que sutilmente llegan a nuestras vidas en situaciones muy casuales y nos hacen caer si no estamos protegidos con la palabra.

Si como solteros no tenemos una base fuerte en el Señor y su palabra para soportar las tentaciones entonces caeremos en el hoyo del pecado, la culpa, desesperación, ansiedad y vergüenza donde el diablo nos quiere ver y mantener.

Seamos fuertes y valientes, confiemos y esperemos en el Señor, prediquémosles a nuestras propias almas recordándole a cada momento la palabra de Cristo que es viva y eficaz, más cortante que una espada de doble filo. Un día, ya sea tarde o temprano, en la juventud ahora o en la adultez de los cincuenta, el Señor nos recompensara con la mujer, (en el caso de los hombres), o un hombre (caso de las mujeres) que necesitamos y que era la persona que soñábamos… La persona con la cual el Señor quiere para continuar Su propósito y obra en nosotros.

Que la desesperación por una pareja no sea un arma para apagar la pasión por Cristo, si eres soltero o soltera dedícate al Señor porque en el camino El orquestara todas las cosas, situaciones y momentos para que la persona perfecta para ti (ojo, una persona caída, pero redimida) entre en el juego y camine junto a ti en el Señor hasta que la muerte los separe o Él venga.

Escrito por:

Moisés Romero, encargado del departamento de marketing digital de nuestra emisora.